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domingo, 5 de junio de 2016

Ruta por Cantabria, país vasco y pirineos

     Este nuevo viaje es una ruta por España de 15 días, queríamos conocer la parte de Cantabria, la occidental, ver un poquito el país vasco y ya para finalizar el pirineo aragonés. Para ello alquilamos una semana en Castro Urdiales, está justo al lado del país vasco y es más barato y una semana en Ainsa, Huesca. Pero como el camino es muy largo hacia Cantabria hicimos escala en Madrid y de Ainsa a Sevilla, una noche en Cuenca.


Iglesia de La Almudena

     Como siempre que viajamos hacia el norte salimos a las 5 de la mañana, con la fresquita, por la autovía de la plata ya que es la mejor para llegar directamente al parque de atracciones de Madrid, había que aprovechar que con el pase del aquópolis entrábamos gratis. Un paseo por la Almudena y palacio Real y para el hotel que estaba justo en la salida norte de Madrid para coger la A1 al día siguiente.






     Habíamos reservado un ático a un particular en Castro Urdiales por milanuncios, una semana exactamente, en todo lo alto del pueblo con muy buenas vistas. Desde allí volvimos a ir un día a la playa de Oyambre cerca de  San Vicente de la Barquera que nos gustó cuando años atrás habíamos estado allí y al parque de las sequoyas  del monte Cabezón, junto a Cabezón de la sal. Todos esos pueblos, Santillana del mar, Comillas, etc los habíamos visto ya en un anterior viaje.


Castro Urdiales



Paseo marítimo de Castro Urdiales

     Uno de los días hicimos un recorrido por toda la costa occidental desde Castro Urdiales dirección Santander, exactamente Laredo,  Santoña, pueblo con fábricas conserveras de sardinas, estarán muy buenas pero vaya tela como huele cuando pasas por la carretera. Allí nos dimos un bañito, el agua está fresquita,  en la playa de berria y otro en la playa de Noja . En todas las poblaciones íbamos derechitos a la playa, son muy amplias, aunque hay mucha gente. En el norte los pocos días que sale el sol va todo el mundo a la playa.



Playa de ris, Noja

     Para terminar el día llegamos hasta Pedreña, pequeño pueblecito situado al sur de la bahía de Santander, de hecho se comunica con ella por medio de una línea regular de lanchas, en este pueblo nació el famoso el golfista Severiano Ballesteros y se encuentra el real golf de Pedreña.



Vista de Santander desde Pedreña
     Castro Urdiales, es un pueblo con mucho encanto, por la tarde se llena todo el paseo del puerto, la gente muy refinada. Destaca el  Castillo Faro y Miliario Romano, Iglesia de Santa María. Hay como no muchos bares de pintxos para elegir.


     Una cosa que pudimos comprobar en nuestra estancia es que había que ir por la mañana a la playa, por la tarde se levantaban viento y olas. Aquí hay que aplicar el refrán “Adonde fueres haz lo que vieres”, porque los primeros días nosotros pagamos la novatada.

Otro día decidimos ir a Bilbao, estábamos muy cerquita. Es curioso que cuando te vas acercando a la ciudad van los coches muy despacio porque hay muchos radares, eso sí señalizados, a nosotros nos había avisado ya nuestra casera. Es una ciudad que me gustó, en especial el museo Guggenhein.








    Los alrededores del museo están muy bien tienes unas fotos estupendas y luego desde allí te puedes ir andando hacia el casco viejo de Bilbao en un cómodo paseo y probar en alguno de sus bares los famosos pintxos, admirar el teatro Arriaga, mercado la ribera, la alhóndiga.










    Atravesar la ría por el puente peatonal zubi Zuri, puente blanco, de Santiago Calatrava, una verdadera joya.

     
     También probamos ese día ya de vuelta para Castro Urdiales el puente colgante, patrimonio cultural y que une las poblaciones de Portugalete con Getxo. Puedes hacerlo a pié, pagando eso sí, pero una pequeña cantidad o llevar tu coche. También se puede subir, pagando,  hasta todo lo alto de la pasarela, no apto para los que tenemos vértigo. Es chulo y original.

http://www.puente-colgante.com/index.php/es/visita/tarifas.html







     Nuestro plan de la semana era que un día viajábamos y otro descansábamos, así que el penúltimo día nos fuimos dirección San Sebastián, nos cogía muy lejos pero creo que mereció la pena.  La mañana era estupenda lucía el sol, así que derechos para la playa de la Concha, estaba como sale en la televisión atiborrada de gente, no había ni un hueco, ni en la arena ni en el paseo. 





     Allí en la ciudad hay muchas opciones para ver, nosotros como íbamos de paso callejeamos por el centro. Se puede subir al monte urgull, en él se encuentra el castillo de la Mota y el sagrado corazón, se suele subir allí para ver las vistas, se ven las tres playas que tiene San Sebastián, nosotros no subimos, aunque hay varios accesos a pie desde la parte vieja.






     En el otro extremo está el monte Igueldo, ahí si existe el funicular para subir a lo alto, aunque también se puede subir en coche, en lo alto de la cima está un parque de atracciones.
Total después de callejear y ver sus monumentos, aquarium, plaza de la constitución, ayuntamiento, hotel maría Cristina, esculturas del peine del viento del escultor Chillida, decidimos seguir nuestra ruta ya de vuelta para casa. San Sebastián es una ciudad muy bonita y que merece la pena dedicarle más tiempo del que nosotros le echamos.






     Ya de vuelta nos fuimos por la costa hacia Zarautz, tenía yo ganas de conocer su playa, allí tiene el restaurante Arguiñano. Ahora por lo visto, cuando nosotros fuimos no estaba, hay un paseo peatonal paralelo a la costa que une Zarautz con getaria, nosotros lo hicimos en coche.

     Y lo que os dije fue llegar por la tarde a Zarautz y levantarse un fuerte aire y unas enormes olas, así que estaban todos los bañistas recogiendo los bártulos y los surfistas sacándolos.Vaya tela el tiempo como cambia allí en un segundo. En la arena tenían casetillas de listas de colores, muy original. 





     En fin después de un paseo por la playa y viendo cómo se ponía el tiempo, decidimos irnos hacia Getaria para luego llegar ya de noche a Castro Urdiales.






     Terminada nuestra semana en Cantabria, cogimos rumbo al pirineo, pero antes pasamos por Vitoria para ver su casco antiguo, conocido como “almendra medieval” y sus famosas rotondas, con lo cual nuestra meta de conocer las tres ciudades vascas quedó realizada.









Subida de una calle en Vitoria por medio de una rampa techada

     A la hora de comer llegamos a Pamplona, aparcamos en la plaza del castillo y de ahí vimos el ayuntamiento, la calle estafeta, su catedral e hicimos todo el recorrido del encierro de los sanfermines y por supuesto nos llenamos el estómago de pintxos.

     Y ya con nuestro estómago satisfecho cogimos de nuevo la carretera, la verdad que esa parte del paisaje no me gustó nada, todo muy llano. Al pasar por Jaca decepción del entorno, en invierno supongo que todo nevado estará mejor, así que yo por dentro iba pensando a ver lo que nos íbamos a encontrar en verano en el pirineo, pero al final menos mal que atravesando el puerto de Cotefablo es el que une Biescas con Broto la cosa cambió. Todo verde, mucha curva, mareante la verdad y con un poquillo de miedo por mi parte.



Broto

    Ya cuando llegamos a Aínsa al siguiente apartamento pude relajarme, es un pueblo medieval, situado en un promontorio en la confluencia de los ríos Cinca y Ara , en realidad son dos calles el pueblo. Estaba muy bien cuando se iban por la noche los turistas pero de día si asomabas un poco la nariz al balcón para mirar te encontrabas siempre a alguien haciendo la foto, y yo con estos pelos jajaj.


Ainsa

los apartamentos







     En esta etapa del pirineo nuestra intención era dedicarnos a hacer senderos y disfrutar del entorno. De todos los senderos que hicimos el que más trabajo nos costó fue  el sendero de Ordesa, Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, tres horas de caminata, un desnivel de 1250 m , muy largo y muy duro sobre todo a la ida que es cuesta arriba, si lo hacéis llevar algo dulce por si os da un bajón, cosa que le pasó a mi marido. 







gradas de soaso
     Una vez que llegas al final, con la lengua fuera, se siente uno muy importante de haberlo conseguido. Cuando íbamos para arriba y nos cruzábamos con la gente yo veía que nos miraban con cara de ojú, anda que no te queda na, pero el recorrido espectacular, cascadas todo el camino, recomendable 100%. Hay que dejar el coche si vas en verano en un parking en Torla y desde allí se cogen los autobuses, de pago,  para el parque, es un trayecto corto.


     Otra ruta que hicimos fue la de Valle de Pineta, se coge la carretera que va para el parador nacional del monte perdido en Bielsa, desde allí hicimos una de las numerosas rutas que se pueden hacer a pie. Algún día quiero volver allí pero para alojarme en el parador, muy bonito el sitio en el que está enclavado con maravillosas vistas al monte perdido, es digamos la espalda del sendero que hicimos en Ordesa.












     También fuimos hacia el pueblo de Plan, pero eso en coche, una carretera estrecha y pasas por unos túneles excavados en la montaña, muy escondido que está el pueblo, no sé si os acordáis, allí fue la primera caravana de mujeres para los solteros del pueblo.



Valle del Gistaín
     Otra ruta que aunque no la completamos, por lo larga que era es la de El Cañón de Añisclo, generado por el río Bellós, está orientado de norte a sur y se prolonga a lo largo de casi 25 kilómetros, desde el Circo de Añisclo -a los pies de Monte Perdido- hasta la confluencia con el valle de Aso.  El cañón es producido por la erosión kárstica del agua . Forma bellos toboganes y cascadas. 




     La ruta se empieza en  la ermita de San úrbez es  apta para niños y mayores- de unas dos horas y media de duración. La carretera para llegar es de sentido único, imaginaros cómo será, desde Escalona a Puyarruego, en este pueblo hay unas pozas de agua para bañarse.

http://www.viajealpirineo.com/canon-anisclo-ordesa/

ermita cañón de Anísclo

     Ya el último sendero el del río Barrosa nos lo recomendó el propietario de los apartamentos, decía que era mucho más tranquilo que los demás y que no solía ir nadie, ja. Cuando llegamos acababa de llegar una excursión en un autobús y además había mucha gente haciendo el sendero y bañándose en el río súper helado. 





     Pero a pesar de todo muy bonito también, estaba justo al lado del túnel de Bielsa por lo que lo atravesamos para asomar el hocico en Francia, muy buena idea que tuvimos pues eran montañas con flores, parecía primavera, con sus ovejitas y todo.
ovejas en el pirineo francés



     Lo malo del pirineo en verano es que hace muucha calor y por la tarde tienes que espabilar porque te puede caer una tormenta en cualquier momento, llevar chubasquero, nosotros los trajimos sin estrenar, pero bueno mejor prevenir.
Un sitio en el que nos bañamos fue en el rio Cinca, va paralelo a la carretera que sube hacia Francia, estaba el agua helada pero salías tonificado, sin arrugas y algunos con todo encogido jajaj.







     Otra excursión fue a ver El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, tiene un relieve Kárstico y hay muchas grutas, simas y cañones. En concreto fuimos hacia Álquezar, desde allí salen excursiones para los cañones, pero yo la verdad que me llevé una desilusión porque había visto fotos con agua clara y pozas y aquello estaba más bien seco, supongo que si haces el descenso si se verá más, porque está muy escondido todo. 


Así lo vimos nosotros el cañón en verano

de este tipo fue las fotos que vi antes de ir

     Pero bueno el pueblo si tiene un bonito castillo con muy buenas vistas. Ah por cierto hay muchas bodegas, para el que le guste el buen vino.



patio de la Iglesia de Alquezar






     Pues fin de nuestra etapa pirenaica con visita que se me olvidaba también el pueblo de Boltaña, que también tiene su encanto. Después de una semana de senderos el trasero viene super tonificado.

     Ya de camino para el hotel de Cuenca visitamos Huesca, no hay mucho que ver por cierto, el centro se ve rápido.






     En Teruel nos paramos a comer y dimos un paseo, a destacar la famosa escultura de  su torito, si porque es pequeñísimo y el mausoleo de los amantes de Teruel, el que quiera pueda entrar a verlo previo pago, aquí de gratis pocas cositas hay ya.



torito de Teruel



     Ya por fin última etapa de nuestro viaje en la ciudad encantada, Cuenca, que por cierto me gustó mucho pero al mismo tiempo me decepcionó por las casas colgadas, sólo son tres y de noche con la iluminación de colores dan la sensación, o por lo menos a mí me lo dio, de ser un club. Recomendable las vistas desde el puente del parador.

http://www.spain.info/es/que-quieres/ciudades-pueblos/otros-destinos/cuenca.html


Visitas de Cuenca, a la izquierda el parador comunicado con un puente con la ciudad




     Allí a destacar que lesioné a un corredor, pobrecito, íbamos bajando unas escaleras hacia el rio y le pregunté por una ermita y el pobre al mirarme para contestarme se torció el tobillo, todavía se estará acordando de mí.

Y esto es todo amigos









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