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domingo, 1 de mayo de 2016

viaje por la toscana y Roma

     Os voy a contar mi viaje a la toscana y Roma. Ya habíamos estado anteriormente una semana por el norte de Italia (por cierto muy recomendable) y ahora nos apetecía conocer un poco el centro. Nos decidimos a ir en pleno verano para aprovechar el “fresquito” que hace por allí, como siempre cogimos primero los vuelos para ir a Roma raynair y para volver vueling porque nos venía mejor el horario, la vuelta era por la tarde. 


     Cuando llegamos recogimos el coche en el mismo aeropuerto y salimos rumbo a Florencia, capital de la toscana, por la A1, vaya autopista de tráfico yo llegué mareada y eso que no conducía, se me hizo eterno el viaje, porque vaya tela como conducen los italianos. Nos fuimos derechitos al hotel, nos había salido muy bien de precio con desayuno incluido y parking en la calle con lo cual era gratis, lo habíamos reservado para tres noches, estaba en Signa, algo retirado de Florencia pero estaba justo al lado del tren, por lo que al llegar lo cogimos y nos fuimos a ver la capital de la toscana.





Florencia, es digna de ver tanto de día como de noche, sus monumentos desde el duomo, Piazza della Signoria, Ponte Vecchio, Battistero di San Giovanni, la catedral.


Ponte Vecchio
https://www.disfrutaflorencia.com/
    
     Al día siguiente hicimos un pequeño tour por la toscana , primero hacia Pisa, visita obligada, cualquiera se venía sin ir a ver la famosa torre inclinada. Total nos fuimos por la mañana temprano y después de aparcar nos dirigimos para la torre, desde luego pude comprobar que lo que me habían dicho de todas las tonterías que hace la gente para la foto era cierto, yo por supuesto hice lo mismo, estaría bueno ir allí y no hacerse la foto con mil y una posturas, después eso sí, de esperar a que te dejaran un hueco porque hay que hacer malabares para hacer la fotito y que no aparezca de fondo ningún turista.


Torre pissa
Cuando acabamos, salimos disparados a otro pueblo de la toscana que había leído yo en los foros y que era muy bonito, Lucca, pequeño pueblo medieval de la toscana, rodeado por una muralla renacentista que se mantiene intacta, es conocida como la ciudad de las 100 torres y las 100 iglesias. Allí dimos nuestra vueltecita tranquilamente y comimos, es pequeñito el centro histórico, muy bonita la Piazza del anfiteatro, la torre de las horas, etc. Después otra vez al coche que si no nos cuesta un ojo de la cara la zona azul. 


 http://101lugaresincreibles.com/2015/06/10-pueblos-bonitos-que-ver-en-la-toscana-parte-1.html



 

 Total que otra vez en la carretera a las cuatro la tarde con la fresquita hacia Siena. Fundada por los hijos de Rómulo y Remo, de ahí que haya muchas esculturas y obras de arte repartida por toda la ciudad de la loba amamantándolos. Después de dar unas cuántas vueltas para encontrar parking al lado del campo de fútbol, llegamos a su casco histórico abarrotado. Siena es preciosa recomendable 100%. Está en lo alto de tres colinas, ciudad medieval declarada patrimonio de la humanidad por la unesco, la Piazza del campo con su famoso campanile, con forma de abanico, entre otros monumentos, en pleno verano se celebra allí El “Palio di Siena”, es una carrera de caballos.  Allí echamos ya la tarde para luego coger otra vez el coche en dirección al hotel porque estábamos ya reventaos y estábamos algo lejos, la verdad que da gusto circular por la toscana y ver todos los campos verdes, a pesar de ser agosto, todo lleno de vides. Sus villas, todas tienen cipreses en sus caminos de accesos. Existen muchos agroturismos. Estaba todo verde a pesar de ser pleno verano. 

http://www.vivetoscana.com/recorrer-siena-en-un-dia/



Piazza del campo

    Al día siguiente pensamos en ir a Bolonia que la verdad estaba sólo a una hora, pero como allí había que coger otra vez la autopista y el tráfico es horroroso decidimos volver a Florencia a pasar el día, esta vez en coche, madre mía qué de vueltas para aparcar, ya aprovechamos y estuvimos viendo más cosas que se nos habían quedado sin ver la visita anterior, el estadio de fútbol, monumento imprescindible para ver viajando con mi hijo y esposo. También subimos a Piazzale Michelangelo, desde donde se observa casi toda Florencia, muy bonitas las vistas, pero como siempre lleno de turistas y con poco sitio para aparcar.


     En fin ya con algún kilito de más cogido de comer tanta pasta cogimos dirección Roma. Por el camino nos paramos en San San Gimignano, en lo alto de una colina, también pueblo de la toscana, había leído en los foros sobre el pueblo y me apetecía visitarlo, también patrimonio de la humanidad, ciudad medieval y la verdad precioso y con muy buenas vistas, hay que llegar muy temprano para encontrar sitio en los parkings del pueblo, tuvimos suerte y aparcamos justo en el del medio, porque el otro estaba más retirado y se veía la gente venir con cara de pocos amigos. Después de una visita rápidita por el pueblo, tampoco es muy grande, una calle para arriba y otra para abajo, continuamos el viaje, no podíamos embobarnos porque teníamos que entregar el coche en la estación de Termini antes de las 6. Antes de soltar el coche justo al entrar en Roma y ya que nos cogía de paso hicimos la paradita en el stadio olímpico de fútbol de Roma, la verdad que en los alrededores a las afueras del estadio, haya una explanada rodeada de esculturas que representan los diversos deportes que se practican en los Juegos Olímpicos, me encantaron. 

http://www.viajararoma.com/


     Después de que nos intentaran robar pinchándonos una rueda del coche justo en Termini antes de dejar ya el coche de alquiler, desde luego nos vieron la cara de despistados con el tom tom puesto y nos calaron, llegamos al siguiente alojamiento, esta vez un apartamento en un tercero sin asensor que estaba dentro de una antigua casa señorial, tenía todavía en las escaleras el polvo para que le diera esa apariencia, lo peor subir los tres pisos cuando llegabas al final del día de patear Roma. Allí nos quedamos las otras tres noches. En Roma no cogimos autobuses porque había leído que era mejor perderte por las calles y descubrir rincones tú mismo, claro que no leí que había que ir preparado en senderismo para recorrerla. 

      El alojamiento era vamos a decirlo así un tanto peculiar, la señora se ve que había sido de alta alcurnia porque tenía muebles antiguos por todos lados, hasta reclinatorios de iglesia y fotografías de ella con todos los papas, pero bueno no estuvo mal, a pesar que para usar el wifi teníamos que sentarnos los cuatro juntitos en lo alto de la cama ya que era el único sitio que llegaba medianamente bien, por lo demás muy cómodo. Teníamos al lado una de las catedrales de Roma, para mi gusto la más bonita, Basilica di Santa Maria Maggiore. Por cierto estaba el ejército en la puerta con metralletas vigilando. Lo peor, aunque ya iba advertida la gente que había por allí, no te podías fiar ni de tu sombra, aunque me dijeron que los peores carteristas solían ir con traje de chaqueta. Esa tarde nos fuimos a dar una vuelta, llegamos hasta uno de los monumentos que más me impresionó de Roma, el Monumento a Vittorio Emanuele II, precioso, colosal, siempre con mucho ambiente, hasta vimos unos novios que se estaban haciendo unas fotos que parecían príncipes de la edad media.


pareja de novios delante monumento a Vittorio Emanuele II

      Al día siguiente de nuestra llegada era domingo por lo que entramos gratis al coliseo, no veas la cola para entrar, pero resulta, me harté de reír, que en la entrada proliferan los guías autorizados y no autorizados, te calan que eres español hasta sin hablar, que arte tienen, intentan engatusarte para la visita guiada, pero vamos que el coliseo tampoco tiene mucho que guiar y luego resulta que si ibas sin guía entrabas rapidísimo, en apenas 10 minutos. Como siempre hay que buscar el hueco para la fotito de recuerdo, porque es súper difícil hacerla sin que aparezca alguien, mi cara seguro que ha dado la vuelta al mundo, en la de fotos que habré salido. Eso es lo que llevo peor cuando viajo a conocer sitios nuevos el ir como borreguitos todos a ver las mismas cosas. En fin que esa mañana vimos también el foro romano y el palatino, qué calor por dios hace allí y luego dicen que Sevilla, chorreando, es calor pegajosa y bebiendo agua a todas horas, menos mal que allí en Roma hay fuentes por todos lados para rellenar la botella, muy recomendable por cierto llevar una. Hasta para meter la mano en la boca de la verdad había un mogollón de gente, me hice la foto desde fuera de la reja haciendo como que metía la mano y listo. 


     Por la tarde fuimos hacia plaza España, no se veían los escalones de la escalinata, todo el mundo sentado allí, había mucho ambiente, coches de caballos, carteristas, etc. Nos dirigimos hacia la famosa fontana de Trevi y gran decepción, estaba en obras, una china me preguntó, con gestos claro, con una foto en la mano de la fontana que si aquello de la foto era la fuente, la habían tapado con lonas en la que estaba fotografiada la fuente y yo con mis gestos conseguí explicarle que sí y que aquél charquito de agua que se veía allí lo habían puesto para que la gente a falta de fuente echaran allí las moneditas, yo me negué en redondo a echar nada, vamos después de la decepción encima les doy dinero. No se veía nada más porque habían puesto pantallas por todos lados y yo que no soy muy alta pues eso que no vi nada. Una de las cosas buenas que tuvo el paseo fue probar el helado de limoncello, riquísimo y con el calor que hacía apetecía un montón, así nos fuimos adentrando por las calles, Piazza navona, etc. Es que es verdad lo que dicen que en Roma todo es monumento. No acabaría nunca de describir todo lo que vimos, por todos los rincones. Una curiosidad es que en las iglesias justo en la entrada había como unos pareos de papel para taparse todo el cuerpo si ibas en tirantas o pantalón muy corto, era gratis y al terminar la visita lo volvías a dejar en su sitio, en algunas iglesias te vendían el pareo de tela. Ya nuestro tercer día fuimos al vaticano y sus museos, espectacular, recomendable, la de techos bonitos, arte, esculturas, etc.



     Aunque cuando llegamos a la capilla sixtina no la reconocimos porque pensábamos que era de otra forma, en forma de cúpula y no cuadrada y tuvimos que retroceder para volver a verla había policías para que no hiciéramos fotografías, pero vamos que la gente las hacía, era horrible lo que había allí metido. La verdad que se le coge el gustillo a las colas, practicas todos los idiomas y te relacionas con personas de todo el mundo. Hombre yo de idiomas ando mal pero con señas me defiendo la verdad. El error más grande que cometimos, mejor dicho lo cometí yo que fui la que lo dijo, fue al salir de los museos vaticanos que en vez de irnos por la derecha nos fuimos por la izquierda y recorrimos todo el país del vaticano, ahí te das cuenta que es más grande de lo que yo pensaba y mis hijos y marido se acordaron de toda mi familia, calladita hubiera estado más guapa. 

Sedientos, por allí que casualidad no había ni fuentes ni bares, no se veía ningún sitio alrededor para comer, con hambre por un tubo, menos mal que llegamos a un restaurante que ya casi iba a cerrar, allí se come más temprano, y devoramos todo lo que nos pusieron en un santiamén. Por supuesto luego seguimos andando, andando, bebiendo, bebiendo. Así que ya el último día que teníamos que coger por la tarde el avión nos dedicamos a descansar y a dar una última vuelta por la zona, comimos en la estación de termini, con todos los ojos puestos en nuestro equipaje por si las moscas, no nos fiábamos de nadie, antes de coger el autobús terravisión al aeropuerto, por cierto éste era muy chulo porque había un piano en la sala de espera para que lo tocara quien quisiese y supiese claro y estaba muy ambientado. 


Aunque fueron pocos días nos bastó para conocer un poco la región de la toscana y Roma.

Espero que os haya gustado mi viaje a la toscana y Roma y ya sabéis usar los enlaces para profundizar más sobre los detalles.






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