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domingo, 22 de mayo de 2016

viaje norte de Italia, Milán, túrín, Venecia

     Este fue nuestro primer viaje a Italia en avión de toda la familia, verano 2012. Metimos la ropa en la mochila y listos. La llegada y salida en el aeropuerto Bérgamo. Lo ideal habría sido llegar a Bérgamo y volver desde Venecia, pero la diferencia de precios del avión era enorme y al ser 4 personas todavía se incrementaba más. También alquilamos un coche que recogimos a la llegada.

     Aquí la semana la repartimos de la siguiente forma: tres noches en Milán , tres noches cerca de Venecia y la última noche en un hotel junto al aeropuerto de Bérgamo, había que madrugar al día siguiente y era más cómodo.

     Total cogimos dirección hacia Milán para llegar cuanto antes al hotel y empezar a disfrutar, si porque la verdad yo en el avión disfruto más bien poco. El hotel lo cogimos en las afueras de Milán, cerca de la autopista A4 puesto que la idea era la de ir un día a Milán, otro a Turín y el último día subir por el lago Como hasta Lugano, por lo que nos venía muy bien la situación del hotel para salir y entrar rápidamente sin que nos cogiera mucho tráfico.

Compramos el ticket para coger el autobús y metro en Milán, pase de un día que era lo que íbamos a estar.



     Cuando salimos del metro era justo en la piazza del duomo, allí se encuentra su catedral gótica, la mayor del mundo. Todo se concentra alrededor de ella, allí mismo está su famosa Galleria Victorio Emanuele II, llena de tiendas de marcas conocidas pero demasiado caras para mi bolsillo. La Galleria se comunica con el teatro la Scala, referente de la ópera italiana. A destacar la basílica de Sant  Ambrogio patrón de Milán. Al cementerio monumental no llegamos a ir, está dedicado a los 800 milaneses que perdieron su vida en los campos de concentración nazi.




     Os voy a decir una de las cosas que más me impresionó de Milán a parte de su duomo, sus elegantes hombres con los que me crucé, iban impecablemente vestidos con trajes de chaqueta, pero de calidad, de los caros. Parecían modelos del corte inglés, es que te embobas, bueno según mi marido las mujeres también, pero me yo en ellas me fijé menos la verdad. A mi parecer otro de los monumentos que habría que añadir a la ciudad.

     Total que callejeamos por todos lados, escaparates, plazas y nos dirigimos andando, está muy cerca a visitar el castillo de Sforza, fortaleza del siglo XIV  y sus museos. Nosotros después de verlo nos dirigimos a un gran parque que hay al lado, Parco Sempione a dar un agradable paseo y comer en uno de los múltiples kioscos de comida que hay por allí.






     Después de visitar todo el centro y recorrer sus calles nos fuimos a coger un autobús para ir como no a visitar su estadio de fútbol el Stadio San Siro, que estaba alejado del centro, allí lo recorrimos entero, fotitos por un tubo  y otra vez autobús y metro, hay tres líneas, dirección al hotel a descansar.




     Al día siguiente nos levantamos todo lo temprano que pudimos para ir dirección Turín, Torino en italiano. Madre mía si Milán me gustó, Turín, antigua capital de Italia, me encantó. Está todo construido a lo bestia, amplias avenidas, monumentos como Mole Antonelliana, porta palatina, arco olímpico di Torino, monumento a Vittorio Emanuel II, etc. Famosa su plaza de San Carlo. Hasta su estación de ferrocarril es un monumento.











     Aunque había mucho ambiente en la calle no tiene nada que ver con Roma, Milán o cualquier otra ciudad de las que he visitado de Italia, no había tantos turistas y no lo entiendo porque de verdad que es una maravilla de ciudad. Tenía calles como Vía de Roma entera de tiendas de ropa de marcas caras, al ser verano estaban en rebajas.




   Lo único importante que queríamos ver y no vimos, culpa otra vez mía y del tomtom fue el estadio de fútbol, Juventus stadio, no hubo forma de encontrarlo y mira que dimos vueltas y nos metimos por unos barrios que para qué os voy a describir, pues nada que se le va a hacer, que vean las fotos y ya está. El tomtom y yo lo intentamos.

     Así después de disfrutar de Turin y antes de volvernos nos adentramos un poquito por una carretera hacia las montañas de los Alpes para ver un poco el paisaje de alrededor y ya a descansar que nos quedaba otra ruta al día siguiente.

     Esta vez fuimos hacia el lago du Como, situado en la región de la Normandía, es uno de los lagos más profundos de Europa y el tercer lago de Italia en extensión. Tiene forma de Y al revés y está rodeado enteramente de montañas. Es famoso porque allí tienen sus mansiones personas muy famosas y ricas como George Clooney.

     Llegamos hasta Como ciudad. Después de un breve recorrido y admirar la vista del lago nos adentrarnos por la carretera que parte por la parte izquierda del lago dirección Lugano, Suiza.

     Aquí si había muchísimo tráfico, la carretera discurre paralela al lago, es estrecha y si tienes la suerte de no ir conduciendo, yo siempre tengo esa suerte, puedes ver el paisaje tranquilamente. 

     Así que estuvimos un buen rato conduciendo, bueno mi marido, junto al lago y ya nos desviamos hacia Lugano. Muy chulo el paisaje de montaña que nos encontramos, todo verde, frondoso, pueblos perdidos, con muchas cuestas y curvas, era plena montaña. Pasamos una de las antiguas fronteras de Suiza con Italia y por fin llegamos a Lugano, Suiza. Está catalogada como una de las diez ciudades con mejor nivel de vida del mundo, será por eso que era tan cara. Comimos en el Macdonald, costaba el doble que en España, como para comer en un restaurante de aquellos.





Más que sus monumentos, es bonito su enclave a la orilla del lago y sus jardines.





    Aquí se acaba nuestra estancia en Milán y nos vamos para Venecia.

     Por el camino nos paramos en un pueblo situado a la orilla del lago di Garda, Sirmione. Éste lago junto el lago Como y el Maggiore de origen glaciar  se encuentran al lado de las cordilleras de los Alpes. Por lo que las vistas son espectaculares y en sus aguas se hacen todo tipo de actividades acuáticas.





    Sirmione está en la punta de una península que se adentra en el lago, su parte central se une a la península con dos puentes. Destaca el castillo Rocca scaligera, sus iglesias y las cuevas de Catulo. Sirmione es también famosa por sus aguas termales de azufre para poderse bañarse en ellas, tiene dos termas.






     A la hora de la comida ya estábamos en Verona. Dimos un buen paseo por su casco antiguo para ver cómo se conservan monumentos tan importantes como la Arena o el Teatro Romano, el Arco dei Gavi o la Puerta Borsari, hasta llegar a la zona arqueológica de la Puerta de los Leones.



     Es una ciudad con mucho encanto pero que a pesar de sus maravillosos monumentos se hizo sobre todo famosa por la historia de amor de Romeo y Julieta. De hecho hasta allí se dirigieron nuestros pasos, a ver el famoso balcón de Julieta.

     Allí es donde más turistas se concentraban y hay que pagar para entrar pues hay un museo y te puedes asomar al balcón, pero nosotros desde abajo lo vimos la mar de bien. Lo que sí me hice fue una foto con la escultura de bronce que hay allí, exactamente le cogí la teta pues vi que todo el mundo lo hacía, por lo visto trae suerte. Por todo alrededor del patio y justo antes de entrar hay por todos lados notas de amor pegadas y candados.








     Ya por fin llegamos a nuestro siguiente alojamiento que estaba en una villa entre Venezia y Treviso, estábamos a 5 minutos en coche de una estación de tren por lo que al día siguiente nos fuimos muy tempranito en él hacia Venecia, yo ya iba preparándome para el mal olor, todo el que había ido a Venecia me habían contado lo mal que olía, pero por suerte ese día no estaba mal la cosa.

http://www.venecia.es/

      Decidimos salir de la estación y coger dirección hacia la izquierda, fuimos descubriendo la ciudad, sus canales, sus calles estrechas con edificios algunos muy bonitos y  bien conservados y otros que se caían a trozos. Las típicas tiendas con máscaras venecianas, que por supuesto compramos de recuerdo.

     Las góndolas son muy bonitas para ver pero no sé yo hasta qué punto es romántico como dicen el ir montado en ella con tu pareja, cuando hay miles de turistas con sus cámaras haciendo fotos a todas las que pasan, supongo que por la noche que se queda más tranquila la ciudad será mejor. Allí desembarcan diariamente muchos cruceros.




     En fin vimos todo lo típico que recomiendan ver, pero eso sí por fuera, porque había que hacer colas larguísimas y con el calor pegajoso que hacía por allí no nos apetecía. Estuvimos viendo el puente Rialto, plaza San Marcos, gran canal, palacio Ducal, etc. Todo muy bonito, diferente a lo que estamos acostumbrados.





    Llegamos a la estación por el lado contrario que salimos. Hay también la opción de ir a Venecia en coche y dejarlo en aparcamientos antes de entrar en la ciudad, pero es mucho más cómodo el tren, que aunque son antiguos tienen ese traqueteo tan característico que a mí me gusta como buena hija de ferroviario.






     Así que a la hora de comer decidimos dar por finalizada la visita, irnos al hotel recoger bañador y toalla (en las mochilas cabe de todo) e irnos a refrescarnos, bueno el agua estaba para mi gusto calentita, a una playa del mar Adriático. Por cierto se ve que son privadas por lo menos las duchas, pues no se podían usar a no ser que tuvieras una llave. Menos mal que una buena mujer nos vio la cara de despistados y nos dio la suya y nos pudimos quitar la arena. En fin no hay nada como una playa en España.





     Al día siguiente dirección Trento, hacia los Alpes, no estaba lejos pero al ser un sitio montañoso es más pesado, pero mereció la pena ver la ciudad del Concilio de Trento. Su Piazza du Duomo con su fuente de Neptuno en el centro, sus vistas, su tranquilidad. Nos hubiera gustado seguir más para las montañas, por allí se entraba a Suiza y el paisaje es el de los dibujos animados de Heidi, pero no teníamos mucho tiempo.













Por la tarde nos fuimos a pasear a Treviso, allí es donde deja raynair, si quieres ir a Venecia. Una ciudad amurallada, que también tiene algunos canales y que no está de más hacerle una visita.







http://www.italia.it/es/descubre-italia/veneto/treviso.html



     Ya el día que nos fuimos para Bérgamo de camino estuvimos en la ciudad de Padua, Padova.  Por la carretera vimos algunas casas adornadas, es típico allí decorarlas para los eventos.



   

Padova es famosa sobre todo por su universidad, aunque también por sus monumentos.








     Y ya para finalizar Bérgamo, dividida su ciudad en dos zonas: la parte baja y la ciudad alta y amurallada. Preciosa ciudad, lo chulo es acceder a lo alto en su funicular y andar por sus calles empedradas y empinadas a la vez que se va disfrutando de los escaparates, sobre todo de las pastelerías, tiendas de regalos, etc. Una ciudad que nos sorprendió gratamente y puso un broche final a nuestro viaje.










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